Una verdad inescapable

"Sra. Leona: ¿Será posible? Otra vez dejaste restos de carne por todo el piso de la jaula, te vas ya mismo a barrer...
Sr. León: Sí querida.
Sra. Leona: Y hoy volvés tempranito, nada de salir a cazar con tus amigotes...
Sr. León: Sí querida.
Sra. Leona: La última cebra que trajiste estaba más bien flaca, un poco pobre ¿no te estarás guardando algo no?
Sr. León: No querida.
Sra Leona: Y comprate ya ese tratamiento para la caída del pelo, yo no voy a andar por ahí con un marido sin melena...
Sr. León: Sí querida.
Sra. Leona: Y ponete a hacer ejercicio también, demasiado antílope y poca dieta...
Sr. León: Sí querida.
Sra. Leona: Y qué es eso de andar meando cerca mío...
Sr. León: Pero... Mi amor... Estoy marcando mi territorio...
Sra. Leona: Vos no sos quién para ponerme límites ¿Porqué no le hice caso a mamá? No lo volvés a hacer nunca más...
Sr. León: Sí querida, pero...
Sra. Leona: ¿Me estás discutiendo?
Sr. León: No querida... Pero
Sra. Leona: ¿Me estás discutiendo?
Sr. León: No querida.
Sra. Leona: Ah... Ya me parecía..."

Esta misma escena se repite a cada minuto en una especie distinta, lo que nos lleva a nuestra terrible, eterna, inamovible verdad de hoy:

"Detrás de todo macho alfa, hay una madre naturaleza".

Feliz 25 de mayo

Hace mucho, mucho, pero mucho tiempo, un 25 de mayo (según el calendario Maya) algunas personas llamadas criollos decidieron que no querían ser más criollos, que el término no les hacía justicia y se convirtieron en los primeros patriotas. Palabra que mezclaba dos ideas novedosas del momento: Patria y Patota.

Estos hombres decidieron algunas cosas más... Por ejemplo, se habían cansado del gobierno autoritario del ViPapa Monterroso Anibal del Pino (hijo) y lo fueron a sitiar al Cabildo, que era su base de operaciones. El ViPapa, como se sabe, es el representante del poder de Dios en la Tierra y se ofendió bastante. Los Patriotas (ex criollos) no habían pensado mucho en eso del movimiento revolucionario, fue más como una cosa del momento. Alguien había sugerido insultarlo desde la plaza de mayo (que en ese entonces se llamaría con otro mes), mientras que los demás querían mandarle pizzas que no había encargado.

En eso llegan dos hombres que pasaron a la historia como French y Berutti, pero en la actualidad, gracias al intenso cotejo de los hechos, sabemos que nos enfrentamos a seudónimos: los hombres habían elegido al azar el nombre de dos calles paralelas. Como siempre iban juntos la gente los llamaba Frenchiberutti. El asunto es que Frenchiberutti empezaron a repartir unas cosas llamadas escarapelas, que hoy en día son celestes y blancas pero en ese momento eran más bien verdosas... Y en la actualidad son redondas y chiquitas, pero en ese entonces tenían forma de bolsa con una mecha, y eran bastante grandes... Y ahora nos las colgamos de la solapa, pero en el verdadero 25 de mayo, la gente las tiraba porque estaban llenas de pólvora y tenían una fea tendencia a explotar.

Cuando el ViPapa vio lo que se le venía encima, bajó a los sótanos secretos del Cabildo y despegó en su nave interplanetaria para volver a su planeta de origen dejando los planes de conquista para otro momento. Le dijo a Dios, presidente de su planeta, que el horno no estaba para bollos y en eso quedó su carrea. Algunas crónicas marcianas dicen que se hizo millonario vendiendo empanadas. Mientras tanto las cosas en la nueva Patria estaban mal. Otro hombre, Instituo Superior Mariano Moreno (hijo), se juntó con doce más y formó un triunvirato que les quedó chico. Entonces empezaron a hacer espacio y finalmente a Instituto Superior lo mandaron a un viaje de pesca como carnada.

Unos años después, cuando los Patriotas ya no eran patriotas sino que eran Argentinos, tuvo lugar la batalla de Chapadmalal en la que las hordas del Generalísimo Sucre invadieron el territorio nacional. Por suerte estaba allí Belgrano Erre que los repelió usando el anillo de los Nibelungos. Y entonces sí que todo se puso jodido, porque San Martín (que había tenido el anillo antes que Belgrano) no quería que lo llevaran al Aconcagua para destruirlo. Entonces se lo jugaron a las cartas y nadie sabe quién lo ganó.

Y así es como nos independizamos de los Franceses.

Recuerdos que te preseguirán

Hay un momento de tu vida de aburrida ama de casa en Newark, Nueva Jersey llamada Stephanie, en el que casi sin saberlo, decides hacer algo drástico con tu existencia. Entonces llamas por teléfono a algunas de tus amigas y, a cambio de algo de dinero, promesas de fama, suculentas galletitas de manteca y el antídoto al veneno que pusiste en su café, las convences de formar una banda de imitadoras de Jem y The Holograms.

El papel principal de Jem, desde luego, te lo reservas para tí y a las demás le tocan los despojos. Los trajes son cosidos a mano por inmigrantes ilegales y tus amigas le agregan la brillantina y las lentejuelas faltantes para que los trajes sean verdaderamente "outrageous".

El maquillaje es aplicado con milimétrico cuidado, las pruebas de sonido son impecables y por fin estás lista para ese momento mágico en que el telón se levanta y las hologrettes (cómo has decidido llamar a tu banda) rockean la escena under newjersiana.

Pero algo sale mal, en el momento que debería ser tu momento de gloria comprendes algo terrible, impensable... Tu y tus amigas están vestidas como un grupo imaginario de los ochentas, los trajes apenas cierran sobre sus cuerpos de más de cuarenta y ni siquiera saben cantar.

El telón se levanta con sádica lentitud, con el maquillaje corrido por las lágrimas y los labios temblando te las arreglas para decir: "Hola New Jersey, somos las Hologrettes".

Los ensordecedores aplausos no se hacen esperar... Y entonces comprendes que todo estará bien sin importar lo mal que suenen... Comprendes que todo está permitido a aquellos que se atreven a vivir el sueño secreto de toda una generación.

Próximos estrenos

De los mismos productores de "Aquel castor cocainómano" y "La merca de los pinguinos"... Del mismo director de "Animales Anónimos: historias de alcoholismo entre mamíferos"... Llega el nuevo documental que demostrara que el bajo mundo es aún más bajo si se lo mira desde los ojos de un roedor: "Conejitos marihuaneros".

Para preservar la intimidad de los protagonistas, el casi afamado antropólogo a punto de recibirse y director de documentales de bajo presupuesto, David Bauer, ha decidido llamarlos simplemente Roger y Bugs. Los conejos son gemelos, tienen apenas tres años, fueron criados en el seno de una familia disfuncial, su padre es a la vez su tío y su madre es prima segunda de su abuelo, que también es su tío (pero otro tío). Ellos son los mayores de una camada de cuatrocientos, y cuando los padres huyen de la madriguera para ir a Las Vegas, es tarea de Bugs y Roger cuidar a sus hermanitos.

El día a día se vuelve insoportable: Proveer el alimento, cuidarse de los tejones y las zarigüeyas, procrear con sus parientes. Los conejos no lo soportan y llegan al límite: Roger amenaza con suicidarse comiendo zanahorias en mal estado. Bugs lo detiene en una escena de alto dramatismo que de seguro ganará algún tipo de premio.

Cuando las cosas no podrían ser más desesperadas, Bugs conoce un lémur que le propone un negocio sencillo y muy redituable: Convertir sus cuerpos en receptáculos para pasar droga por la frontera. Los conejitos acceden, pero se pierden en el camino.

No se pierdan el gran escape del final con nuestros protagonistas siendo perseguidos por la DEA, la mafia de los lémures y Jean Claude Van Damme.

"Conejitos marihuaneros" próximamente en un cine cerca de usted.

Los caminos de la memoria

Hay pocas cosas en esta vida, que los hombres atraviesan con ridícula tranquilidad, que puedan considerarse realmente como cosas "dignas de ser vividas".

El hombre de la foto atravesó la experiencia de su propio nacimiento sin siquiera tomarse el tiempo de recordarla como era debido, o al menos sacar algunas fotos.
De sus primero meses apenas recuerda una teta gigante y, considerando que se trata de un miembro del sexo masculino, cualquiera podría suponer que le habrá prestado extrema atención a un estímulo como ese, pero no, el hombre no sería capaz de identificarla entre otras tetas gigantes. Una pena.
El hombre tampoco recuerda el rostro del niño al que solía golpear durante la primaria, ni tampoco el del que lo golpeaba a él. Pasó por lo menos veinte años de su vida recibiendo conocimientos por parte de profesores que pusieron todo su empeño en que las enseñanzas se afianzaran lo suficiente como para no ser olvidadas nunca. Pero no lo lograron: apenas si recuerda un tercio de lo aprendido.
La muchacha con la que perdió la virginidad es un pequeño recuerdo borroso que apenas logra asociar con el nombre "Sheila" o tal vez "Shila"... ¿Era Shila o Shintia?
Se encargó (por medio del alcohol) de deshacerse de la mayor parte de su casamiento, de su carrera y de su mujer.
De cuando nació su hijo tiene una vaga memoria de humo de cigarrillos, una sala de espera, una revista femenina de hacía cuatro años, olor a desinfectante y su mujer jurándole que en su perra vida iba a volver a tocarla.

Pero el día que llegó al magnífico Polo Norte, al punto exacto de nuestro planeta donde cualquier paso se da hacia el sur y con gesto triunfal se sacó la ropa... De ese día no iba a olvidarse jamás...

Por si acaso, pidió que le sacaran una foto.

Momento Kodak

"- A ver... Todos en formación como practicamos en la Central...
- Garrido deje de hacer morisquetas, ponga cara seria y por amor de Dios sonría un poco...
- Vamos, amúchense que sino no se ven bien las llamas...
- Márquez, deje de hacer cuernitos... Y súbase los pantalones...
- Garrido, sonría le dije...
- Ordoñes ¿Cómo le saco el flash a esta cámara de porquería?
- ... Sí Márquez, un cuatrimestre de clases de fotografía artística, no se haga el vivo...
- Si no se lo toman seriamente guardo la cámara y nos vamos derechito a la Central...
- Ah... ¿Usted es el dueño de la casa? Sí, cómo no... Póngase ahí, al lado de Garrido... Sonría Garrido que tenemos visita...
- Ordoñes... Mejor le pongo otra vez el flash ¿no? No sea cosa de que salga a contraluz...
- Ok... Ok... Creo que ya está... Digan ¡Whisky!
- ...
- No pasa nada... Ya apreté el botón, pero no pasa nada.
- No se ría Márquez...
- No, no es el monoxido de carbono, no sea idiota...
- Ah... Creo que ya está... ¿A ver? Sí...
- ¡Whisky!"

Segundos después, las llamas alcanzaron el tanque de gas de la casa y hubo una terrible explosión, los cimientos colapsaron y la estructura completa de la casa se vino abajo. Fragmentos de madera quemada se convirtieron el precisos proyectiles mortales. El calor se hizo insoportable, y el humo extremadamente tóxico. Todos los miembros de la Brigada 254 contra incendios se salvaron milagrosamente sin que ninguno resultara ni siquiera herido...

Una verdadera desgracia.

ABBA y la clonación

Corría el año 1978, dos de los integrantes de ABBA, Bjorn y Agnetha revelaron al mundo dos grandes secretos: el primero era que su relación sentimental se había acabado, el segundo era que sus nombres reales eran Bobby y Alice. Este anuncio golpeó el frágil orgullo colectivo de Suecia, ABBA era la única banda sueca capaz de ganarse los corazones del mundo. Si ellos se sepraban, entonces ¿quién daría a conocer la verdadera belleza de la música de su país? Los integrantes de ABBA dieron una conferencia de prensa, anunciaron al público que no se separarían por ese mísero incidente, pero el Gobierno decidió tomar cartas en el asunto. Dos años después, la otra pareja de la banda: Anni-frid y Benny anunciaron también su divorcio. Pero a la gente no le importó, el eficiente Gobierno sueco ya estaba preparado.

En la foto se muestra el momento en que el gobierno sometía a los integrantes de ABBA a un proceso experimental de mantenimiento de las células. Se los cubría con papel de aluminio y después de los empacaba al vacío. El experimento fue un éxito, de los cuerpos inertes de los miembros de ABBA se extrajeron muestras de sangre y tejido que se usarían para clonar a los miembros de la banda y formar otros éxitos musicales asegurados. La música sueca prevalecería.

Ya para 1989 la primera prueba estaba lista: un clon de Benny y uno de Agnetha formaron la banda conocida como Roxette. Decidieron no volver a unir a las parejas hasta que fuera absolutamente necesario. En 1992, el éxito avasallador de Roxette daba claras muestras de decadencia y el gobierno decidió subir la apuesta y clonar a ABBA íntegramente.

El resultado fue ACE of BASE, pero algo salió mal en el proceso y los clones resultaron malvados. el clon de Bjorn, ahora llamado Ulf, terminó por declararse simpatizante neo-nazi. El gobierno aterrado intentó destruir a los clones pero estos ya se habían escapado de la base militar donde eran custodiados. Su paradero, hasta hoy, es desconocido.

Los representantes del Estado se dieron cuenta de que era demasiado pronto para resucitar a ABBA. Hicieron dos clones de Bjorn, dos de Benny y uno de Anni-frid, llamaron a la banda The Cardigans y todo estuvo bien... Por un tiempo.

En 1998, ante el posible lanzamiento de un single de ACE of BASE que amenazaba la sociedad sueca como la conocemos, el Gobierno decide revivir a los miembros de ABBA, pero algo había sucedido: el proceso de vacío los había rejuvencecido, eran más rápidos, más poderosos y, por contrato, tenían prohibido tener sexo entre ellos. Simplemente llámenlos ABBA Teens.

Ellos protegeran la ley, el orden, las compañías discográficas y la forma de vida sueca...

Hasta que se separen, hagan carreras solistas y nadie se acuerde de ellos.

El otro lado del espejo... Es acá

Muchos años después de su aventura en el País de las Maravillas, la chica a la que llamaremos Alicia (pero podés ser vos, siempre acordate que podés ser vos) caminaba por la calle a las once de la noche. Salía de su sesión de psicoanálisis. La tercera de la semana, la veinteava del mes, la doscientos veinticuatro del año, la número mil quinientos de su vida.

"¿Mil quinientos ya?" Pensó Alicia y el pensamiento de que tal vez debería festejar fue velozmente suplantado por el severo rostro de su analista que le decía "cualquier tipo de emoción puede disparar los traumas, las alucinaciones comienzan de nuevo y entonces... ¿qué hacemos? ¿Derivamos a un psiquiatra?".

Alicia no quería tomar más pastillas, ahora, por fin tenía todo bajo control... Ya no soñaba con conejos con reloj, hombres de sombreros gigantes y reinas decapitadoras. Ya ni siquiera soñaba con gatos. Ni siquiera con ese gato.

Entonces escuchó un sonido, algo como una aguda risita a sus espaldas y, al girar, levantó la vista. Cuando vio desde cierto ángulo el farol que colgaba sobre ella lanzó un grito. La que flotaba en la oscuridad era la sonrisa del gato, de ESE gato.

Ahora Alicia ya no habla con nadie. Sabe que una vez que se entra, no se puede escapar del País de las Maravillas.

Cosas que deben doler

El primer broche se lo puso para acordarse de un compromiso al que nunca fue. El segundo se lo puso en la nariz antes de dormir para que el tabique se le mantuviera puntiagudo, pues pensaba que los hombres con tabiques puntiagudos son más hermosos y tienen más sexo. Los broches números tres y cuatro se los puso para que no se le formaran esas arrugas (llamadas patas de gallo) junto a los ojos. El quinto broche no se acuerda porque se lo puso. Pero el sexto broche, ese es muy importante, el sexto broche impide que invasores alienígenas nos controlen a través de una reconocida compañía de bebida gaseosa. El séptimo broche lo puso para ver si el dolor lo hacía olvidarse de sus teorías conspirativas. El broche que lleva la etiqueta que dice "ocho" lo puso para recordar que tenía que tomar las pastillas que le había recetado el psiquiatra. El número nueve para recordarse a sí mismo que debía ir al psiquiatra a por más pastillas. El décimo lo colocó durante una recaída. El onceavo lo puso para acordarse de que tenía que sacarse los demás. Y el número doce... ese se lo puso sólo porque estaba aburrido.

Uno puede racionalizarlo, intentar ennumeraciones y tratar de buscar explicaciones a cada borche... Pero en el fondo todo se resume a la inmortal frase de un eminente pensador contemporáneo:

"Nunca falta un pelotudo".

Por fortuna o por desgracia, es amigo mío...

El pensador, no el idiota de los broches.